viernes, 5 de julio de 2013

Bajo La PIel


























Roberto Burgos perfeccionando la sentadilla.

 A menudo vemos amigos haciendo cosas realmente espectaculares. Levantando pesos exuberantes sobre sus cabezas o realizando mil y tantas repeticiones de un movimiento que apenas sabemos cómo funciona.

De seguro en más de alguna oportunidad te has preguntado lo siguiente ¿cuándo será el día que levante como ellos? Bueno la respuesta es sencilla cuando comiences a tomarte un poco más serio las sesiones de entrenamiento, cuidarte con la comida y al dormir un poco mejor, ineluctablemente sentirás que las cosas mejoran, cambiarás la forma en cómo te ves, cambiarás la forma en cómo te desenvuelves, tu vida entera mejorará.

 Hasta ahí todo bien. Las cosas marchan según lo planeado.

 Muy seguido viene gente al GYM preguntando si el programa que les ofrecemos les ayudará a bajar de peso o a engordar muscularmente sus brazos y tórax. La respuesta es sí. Pero lamentablemente, es muy probable, que dicha persona no dure mucho bajo nuestro sistema de entrenamiento. Pero cuando llega alguien interesado en su salud, entonces, ocurre algo mágico.

Constantemente nos encontramos con dolencias físicas que impiden que nos movamos normalmente, y con el tiempo, nuestra mente transforma esta dolencia en verdaderas barreras. Por ello al hacerle frente nos encontramos con un duro trabajo: ganarle a nuestra mente.

 Cuando Roberto llegó, sufría dolores en las articulaciones de sus rodillas y cadera que hasta sentarse le costaba trabajo, por lo que tuvo que hacerle frente a las barreras que su mente ya había instalado ahí. Tardará más tiempo en levantar pesos complicados, pero la batalla difícil la tiene ganada.

 Al ganar esa batalla, lo que queda es entrenar. Roberto dedica tiempo en corregir su técnica de movimiento, se enfoca en hacerlo bien y podría quedarse en casa cuando parece que se nos cae el cielo lloviendo, pero aquí lo tenemos, dando cátedra de cómo ganar batallas.

 Roberto no se ve muy distinto a antes. Tardará tiempo en que su cuerpo se acomode a su nueva vida, el principal cambio de Roberto ocurrió bajo la piel. No se ve muy distinto a antes pero es totalmente otra persona.

 Busca en tu mente esas cosas que consideras imposibles y dedica tiempo a erradicarlas o simplemente quítalas del camino.

Has como Roberto Burgos de 61 años.

Entrena tu mente.

- Manuel Herrera