- Por Pablo Medina
Nuestra anatomía ha evolucionado (o ha sido diseñada si ud. lo prefiere) para soportar nuestro particular campo gravitacional, el cual está definido por el peso y tamaño de nuestro planeta. Es altamente probable que si la vida tal como la conocemos se hubiese desarrollado en un planeta de dimensiones como la luna, habríamos sido distintos: los requerimientos anatómicos para transportarnos de un lugar a otro hubiesen sido totalmente diferentes, y esto se puede inferir al ver los videos de los astronautas caminando en su superficie, que de seguro no les fueron cómodos ni óptimos.
Por tanto, para realizar cualquier movimiento, ya sea este un gimnástico, de levantamiento olímpico o uno típicamente llamado “cardiovascular” como nadar, andar en bicicleta o correr, necesitamos entender que la gravedad nos fija una restricción que nosotros, insignificantes seres de corta vida y poca masa (comparado con la de la tierra) no podemos violar.
Varias veces he escuchado que las personas salen a correr “de manera libre” y sin mayores preocupaciones. Se me viene a la mente un capítulo de la serie “Friends” cuando Phoeby corre por el parque. Pero, ¿es libre aquella persona que corre ignorando por completo una restricción que está ahí, y que es igual para todos? Esto más que ser libre se parece a la ilusión de ser libre, la cual se puede conseguir también a través del exceso de alcohol, en la cual se tiene la ilusión de que los problemas y restricciones no existen, pero en la realidad sólo son ignorados. Esto mismo haciá la tribu Tarahumara cuando sus miembros corrían utilizando sustancias psicotrópicas para “correr libres” sin sentir el cansancio.
La libertad se logra trabajando, y comienza con reconocer que existe algo que se llama gravedad y que nos define, a través de las sensaciones y posteriormente llevándola a un nivel superior que es el de la percepción de nuestro peso corporal. Aquellos que se mueven considerando todo lo anterior se ven libres, incluso al ojo inexperto: ¿O acaso alguien podría decir por ejemplo que Usain Bolt se ve forzado corriendo? Si lo escuchan en sus entrevistas, él les dirá que para parecer “effortless” el tuvo que entrenar duro primero.
Por tanto, la invitación es a ser humildes, a tener “percepción” de que existe algo que se llama gravedad, y a no ir en contra de ella sino que a moverse con ella. ¡Esto es necesario tenerlo en cuenta en todo movimiento!
Si eres un corredor que ha tenido muchas lesiones, es altamente probable que esto sea el resultado de haber ido en contra de esta fuerza, o de haberla ignorado. Si quieres, te podemos ayudar en el programa de CrossFit Endurance, o en nuestro gimnasio, repasando y repensando la forma de cómo “ir con la gravedad” en tus levantamientos olímpicos, en tus subidas en barras, en los saltos de cajón y en lo que quieras.